¿Cómo influye el sol en mi salud bucal?
La vitamina D es una de las vitaminas liposolubles imprescindibles para la formación normal de los huesos y de los dientes y para la absorción del calcio a nivel intestinal. Esta vitamina no la podemos sintetizar nosotros mismos y no se encuentra en muchos de los alimentos; por ello el sol es tan imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Algunos estudios señalan que la falta de vitamina D empeora el estado de nuestras encías, favoreciendo la aparición de gingivitis y/o periodontitis; y también perjudica el buen desarrollo de los implantes dentales, ya que afecta a los procesos de formación ósea y, por lo tanto, la osteointegración necesaria para la estabilidad de los implantes.
Además, la vitamina D es maravillosa por otras acciones menos conocidas, entre ellas, su potente efecto ANTIVIRAL y ANTIINFLAMATORIO. No solo nos protege de virus, sino que modula las respuestas del sistema inmunológico, en la disminución de los autoanticuerpos que atacan a tejidos propios (enfermedades autoinmunes).
¿Cómo podemos evitar el déficit de vitamina D?
- Contacto con la naturaleza. Salir de los espacios cerrados para estar en contacto con el sol, aunque sea solo 15-30 minutos al día durante TODO el año.
- Alimentación REAL. Aunque sea poca la cantidad de vitamina D presente en los alimentos, es necesario que tengamos un correcto estado de nuestra microbiota intestinal para favorecer su absorción y síntesis.
- Suplementación. Valoramos en consulta los niveles de vitamina D en sangre y basándonos en los resultados pautamos la dosis individual para cada paciente.
- Protectores solares. El exceso de protección solar, impide la síntesis de vitamina D, sobre todo en momentos del día en los que el índice de rayos UV es bajo.