La microbiota oral está compuesta por un conjunto de microorganismos que forman parte del ecosistema bucal y contribuyen a su equilibrio para garantizar una función fisiológica adecuada y evitar la aparición de enfermedades. Estudios sobre las bacterias que se encuentran en la boca y el tracto aerodigestivo, incluida la faringe, las fosas nasales, el esófago y los senos paranasales, han descubierto que existen 774 especies de bacterias orales.

 

A nivel bacteriano una microbiota oral sana esta compuesta por:

• Firmicutes: Streptococcus, Veillonella y Lactobacillus (suponen más de la mitad de las bacterias presentes)
• Proteobacteria
• Bacteroides
• Actinomyces

Además de bacterias también hay presentes otros microorganismos como arqueas, protozoos o virus.

La boca y la nariz son unos de los principales puntos de entrada de los gérmenes al cuerpo, ya sea a través de la comida o el aire. Esos patógenos pueden proliferar en la boca para luego dirigirse a otras partes del cuerpo y desencadenar reacciones inflamatorias o enfermedades respiratorias. Por tanto, la importancia de la microbiota oral no se limita a los dientes y las encías, sino que también tiene un gran impacto en la nariz, garganta y oído, los cuales serían más propensos a sufrir infecciones sin la función protectora de esos microorganismos beneficiosos.

Por ese motivo, en Odident hacemos gran hincapié en los pacientes con respiración oral, ya que sabemos que es el motivo principal de un desequilibrio bacteriano que no sólo afecta a la cavidad oral, sino también a la microbiota intestinal.

Nuestro enfoque desde la odontología biológica a través de la RMR (rehabilitación-masticatoria-respiratoria) incluye rehabilitar la respiración nasal de los pacientes mejorando el estado de su sistema nervioso parasimpático mejorando su estado general.

 

Funciones de la microbiota Oral:

1. Convierte el nitrato de los alimentos que ingerimos en nitrito, una sustancia con poder antiinflamatorio y antimicrobiano. Además regula la cantidad de moco a nivel gástrico con gran poder a nivel intestinal.

2. Segrega bacteriocinas que contrarrestan el crecimiento de patógenos.

3. Estimula el sistema inmunitario contribuye el metabolismo de los alimentos. Primer paso para una correcta digestión y asimilación de nutrientes

4. Mantiene en buen estado la superficie de las mucosas

5. Mantiene a raya las respuestas proinflamatorias, estimulando la producción de citoquinas con las que contener la inflamación sistémica.