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    Miedo al dentista

    El miedo se hereda? Nacemos con miedo al dentista?

    Cuando era estudiante de odontología me gustaba tener largas conversaciones con personas mayores que me contaban cómo eran los dentistas hace 80 años. Cuando escuchaba su relato sobre una extracción era normal sentir miedo y terror. Entendía que fuera muy desagradable como el doctor tuviera que hincar la rodilla sobre nuestro pecho para poder hacer más y más fuerza y de esa manera poder sacar el diente. Si añadimos una escasa anestesia a esa vivencia tenemos una clara conclusión: TERROR AL DENTISTA.

    Cuando inicié mis clases de anestesia en odontología y empecé a experimentar la sensación de boca dormida cuando nos anestesiábamos entre compañeros, realmente no entendía porque había un miedo tan generalizado. Si realmente, podía sentir la boca dormida durante 2 o 3 horas.

    Pasaron los años y empecé a iniciar tratamientos dentales como empastes, extracciones y limpiezas. En ese momento pude concluir una cosa… era poco probable que el paciente sintiera dolor si estaba anestesiado, pero sin embargo, el paciente me seguía diciendo “Me duele”. Tras años de estudio sobre terapias alternativas, somatización y biodescodificación empecé a entender la diferencia entre dolor y sufrimiento.

    Si el nervio del diente está dormido porqué duele? Para ello debemos entender la conexión directa que hay de los dientes con nuestro sistema nervioso central. Son dos tipos de conexiones diente-cerebro que debemos conocer. Una es una conexión puramente “física”, el sistema nervioso central y los dientes tienen un origen embriológico común, eso significa que comparten conexiones neuronales y que, por tanto, es normal que información de la corteza cerebral pueda alterar un diente y viceversa. La otra es una conexión “energética” ya que la composición del diente contiene cristales de hidroxiapatita que transmiten impulsos energéticos al igual que las neuronas a través de su sinapsis.

    Entender esa increíble conexión me permitió comprender mejor porqué aparecen problemas en la boca y sobretodo porqué siempre se relacionan con tanto sufrimiento.

    Para qué sirven nuestros dientes? Los dientes son nuestra principal conexión con nuestro entorno, nos permiten atrapar, morder, digerir, tragar, respirar, hablar… en definitiva nos permiten SOBREVIVIR. Los dientes poseen miles de captadores del exterior en su estructura que nos dan información del entorno, por lo tanto, no dejan de ser un reflejo de CÓMO vivimos nuestro mundo. Su forma, su estructura y el contacto entre ellos nos ayudan a mantener el equilibrio necesario para que nuestro cuerpo funcione correctamente.

    Acudir al dentista es adentrarnos en nosotros mismos, tocar un diente es tocar una información, un recuerdo e incluso un trauma. Tanto los dientes de leche como los definitivos empiezan a formarse en al vientre materno, por ello, antes de nacer ya heredamos informaciones en relación a mi salud general y bucal. No es casualidad que los dientes erupcionen en todos los seres humanos en el mismo momento y que parte de esa erupción coincida con cambios corporales importantes. Qué sucede en mi  cuando erupciona un determinado diente puede condicionar la salud del mismo durante toda nuestra vida.

    Desde la odontología holística indagamos en la información del diente para entender su patología, de ese modo podremos “liberar” dicha información y para ello favorecer la sanación. La biodescodificación no siempre exime el tratamiento dental, pero si mejora su pronóstico ya que elimina los factores causantes. Además, trabajamos los programas mentales para mejorar la anestesia y el manejo del sufrimiento. Para ello, una de las técnicas usadas es la noesiterapia o curación por el pensamiento que surge al usar las capacidades del pensamiento como terapia. Cada pensamiento produce una respuesta biológica, que puede ser negativa (RBN), la cual va acompañada de predominio simpático originando un aumento de producción de adrenalina, o positiva (RBP). El método consiste en producir RBP mediante la activación del Sistema Nervioso Parasimpático Vagal Muscarínico y también una psicoanalgesia volitiva (de la voluntad del paciente). En una persona que vive en RBP se pueden apreciar una serie de signos de predominio vagal muscarínico: boca húmeda, relajación muscular, normotensión, normocardia, mejor hemostasia, mejor cicatrización de las heridas, mejor estado inmunológico, tranquilidad y autocontrol, entre otros muchos.

    Recuerdo que un paciente que acudió a hacerse una extracción dental me confesó lo siguiente: “esto parece un matadero con estas luces frías y ese instrumental”. Y en realidad tenía razón, la consulta dental requiere una serie de particularidades que impiden sentirse en paz y tranquilo. Pero en Odident trabajamos en que el ambiente sea lo más agradable posible para que el paciente pueda conectar con esa respuesta positiva que le permita evitar el sufrimiento y conectar con su poder de curación.

    Cada paciente tiene sus propias necesidades y para ello es necesario que haya buena comunicación con su odontólogo/terapeuta, es el mejor modo de elaborar el mejor diagnóstico y pautar un plan de tratamiento que se adapte a las necesidades de cada paciente.

    Confiar, sentirse cuidado y acompañado es el primer paso para curar cualquier patología.

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